Pues eso, una cuenta atrás que dio comienzo el mismo 6 de Julio a las 12:00 con una plaza consistorial, plaza del castillo, paseo sarasate lleno de "ovejas" de blanco y rojo clamando al cielo que el cuerpo le aguante lo suficiente para tomarse un kalimotxo más. Unas fiestas infectada de guiris alentados por una Barcina que quiere hacer de Iruña un pueblo internacional. Un lugar sin ley donde se puede beber y hacer lo que se quiera rozando lo absurdo parece que en Sarfermines reina el "todo vale".
Un hedor especial y característico que inunda toda la parte vieja y parte de ensanche, ciertamente a la altura de cuatro vientos se comienza a sentir la fiesta salvaje que llena las calles durante estas 204 horas de desenfreno.
Tampoco vamos a exagerar, se puede decir que los Sanfermines tienen cosas buenas, cosas para disfrutar, supongo y seguro que la gente sabe encontrarlas y disfrutara de ellas.... pero eso es ya, otra historia que a mi no me toca contar....
salu2
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