miércoles, 20 de mayo de 2009

50 horas en Las Galias....



Hace mucho que no escribo ninguna línea por estos lugares. Esta prueba de acceso me está absorbiendo la vida. No se si terminaré estudiando Bellas Artes pero no se puede decir que no lo estoy intentando.

Dicho todo esto, y centrándonos en el tema que me separa de mis estudios. Es el pasado fin de semana que pasamos Pitxon, Maitetxu, Amaika eta laurok. Aprovechando la Locución que tenían los 2 primeros con my brother en Galicia, Amaia eta biok nos apuntamos al tema y organizamos un bidaia que os relato de inmediato.
Con dirección a tierras Celtas, esta vez por la costa, hicimos la primera parada en IKEA de Barakaldo. Teníamos que comprar unos artículos (ahora Pitxon se hecha una risitas) y aprovechando el viaje... A la noche llegamos a Llanes (aconsejados por Xabi, parece que no hay problema para dormir con furgo). Dormimos en una playa a la vez de bonita, tranquila. Nuestra intención, visitar este pueblo costero. Nos salió lluviosa la mañana pero dimos nuestra vueltika después de desayunar en la furgo. A las 13:00 teníamos que estar en Ribadesella para visitar la cueva Tito Bustillo -La tercera más importante del mundo en cuestión de arte paleolítico-, nos dijo el guía. Comimos y nos dirigimos hacia A Coruña con ganas de visitar el Faro de Hércules y el casco viejo. La visita del Faro muy lucrativa. Se celebra el Día de los museos y no pagamos nada. Al hombre de la puerta se le vio  necesitado de comunicación y se quedó a gusto con nosotr@s. Nos contó toda la historia del faro, cosa que es de  agrader, y parte de su vida y de los Gallegos. También nos dijo donde cenar en lo viejo y que actividades teníamos para disfrutar. Le hicimos caso y cenamos en "La Bombilla" pero al concierto llegamos muy tarde. Dormimos en la ciudad muy agusto también. El domingo dimos la vueltika de rigor y nos dirigimos sin demora a la Pulpería Ezequiel en Melide. Conocida por medio mundo, sobre todo por los aventureros que peregrinan a Santiago. Con el reloj ,ahora sí, marcando nuestros ritmo, corrimos a Texeiro para realizar lo que habiamos venido a hacer, visita con David. Muy agusto estuvimos pero el reloj de nuevo nos perseguía. Camino de casa, paramos en O Cebeiro, otro icono del "Camino". Había que probar el caldo gallego tan famoso. Aquí si que se terminaron las visitas. Sólo nos restaba recorre más de 500 kilómetros para llegar a casa.
Fue un astebura intenso pero muy agradable pese a las condiciones atmosféricas que no acompañaron en muchos momentos.
 Para relatar mejor la historia os dejo algunas de las fotos de la misma en esta página.
salu2

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