Diario de Noticias:
Cómo pasar la noche al raso en Larra a -8ºC
LA PERIPECIA DE LOS MONTAÑEROS PERDIDOS EN EL ANIE SOLO SE PUEDE EXPLICAR CON DOSIS DE FORTUNA, PERICIA E INSTINTO ALPINISTA
PAMPLONA, ENRIQUE CONDE - Martes, 31 de Enero de 2012 - Actualizado a las 05:09h
EN la alucinante historia se mezclan dosis de fortuna, pericia, instinto montañero en el que quizá va implícito aquello de la sangre fría y de tomar decisiones serenas estando en el alambre.
La aventura la protagonizaron la noche del pasado sábado dos montañeros que acababan de ascender el Anie y pasaron la noche en el karst de Larra al perder de vista por la intensa niebla la ruta de descenso. Solo saben ellos lo mal que lo pasaron, el frío que les penetró hasta en las entrañas, y ellos son Joaquín Ignacio Goñi, vecino de Bizkaia de 52 años, y Fernando García de Galdeano, residente en Villava de 22 años, ambos oriundos de Los Arcos, pero según todos los expertos consultados por este periódico Joaquín y Fernando se defendieron como dos titanes. Existen varias claves por las que su historia guardaba un final feliz. Estos son los factores que influyeron en su pérdida y también, al fin y al cabo, en su bonito epílogo.
Goñi y García de Galdeano actuaron con frialdad, como montañeros expertos, en una situación límite para muchas personas con escasos conocimientos de monte. No portaban GPS, "una herramienta fundamental a día de hoy para salir al monte. Puede fallar o quedarse sin batería, pero es uno de los elementos más seguros", recalca Francisco Valero, del GREIM (Grupo de Rescate e Intervención en Montaña) de Pamplona de la Guardia Civil. En caso de no llevarlo encima, siempre es recomendable echar a la mochila un mapa del lugar y una brújula, aunque su efectividad desaparece en tardes como la del sábado de intensa niebla. El mapa sirvió a los montañeros navarros para ubicarse en el momento en que comenzó a amanecer el domingo. Entonces, al llegar a un cruce con señales en castellano y euskera, se dieron cuenta de que estaban equivocados y no descendían por la parte francesa como creían. Bajaban por Larra y avistaron zona conocida.
NIEBLA BRUSCA, REACCIÓN A TIEMPO También quizás en una ascensión así se hace más necesaria que nunca la previsión meteorológica. El sábado existía alerta amarilla (riesgo por nieve) y se presumía que al anochecer se iba a echar la niebla sobre el Pirineo. Así ocurrió. Los dos montañeros realizaron una ascensión en esquís de travesía sin aparentes problemas, pero una vez se iban acercando a la cumbre perdieron el rastro de sus propias huellas (de hecho no encontraron ni sus propios esquís). "A esa altura, la niebla no te da tiempo a reaccionar", recalca Valero. Hicieron bien en renunciar a la cima y emprender el descenso.
Durante la bajada y, al percatarse de la situación, la reacción de Joaquín y Fernando fue oportuna. Avisaron al 112, el teléfono de emergencias, para que constara su situación y dijeron, guiados por la desorientación que provocaba la niebla, que se dirigían hacia el refugio de Laberouat, en Lescun, la parte francesa del Anie. No era así. Estaban bajando por la parte navarra del pico. De ahí que ni los gendarmes franceses encontraran en la cabaña a los montañeros, ni estos dieron a tiempo con la caseta. Buscaban a ciegas.
DESCENSO EVITANDO SIMAS Por fortuna, descendieron muchos metros, perdieron altitud y con ello ganaron sensación térmica y encontraron una zona mas resguardada para pasar la noche al raso, con pinos como cobijo. Aun así, el frío era tremendo. "En Larra te puedes proteger mejor del viento. El fondo del valle está mejor resguardado y es importante perder altura. Ellos iban bien pertrechados y reaccionaron muy bien. Hicieron un vivac como pudieron o una camita con ramas y así, con la ropa de abrigo, crampones, manta térmica, se puede pasar la noche sin tantos problemas. Tuvieron suerte, o se orientaron bien, porque en la zona de Larra, la más cercana a La Contienda (donde habían aparcado) existen muchas simas que evitaron", explica Valero. El asesor médico de la Federación Navarra de Montaña, Xabier Garaioa, recuerda que en unas circunstancias así "Larra es un laberinto. Es una zona muy fácil para perderse, incluso sin niebla. Ellos optaron por quedarse ahí, vivaquear y se defendieron bien, es para quitarse la boina".
ROPA DE ABRIGO Y BUEN COBIJO Poder fabricarte un cobijo en unas circunstancias así supone probablemente una frontera para hablar o no de buenas noticias. "Si hay aire lo debemos evitar como podamos e intentar construir una cámara de aire a nuestro alrededor, que provoque que ese viento que entra tan frío cuando llegue a nosotros sea más caliente", recuerda Garaioa. La sensación térmica el sábado a la noche podía ser en Larra de -20ºC (la temperatura era de entre -8ºC y -10ºC), así que no es de extrañar que Goñi y García de Galdeano eligieran ramas para protegerse de la ventisca, horadar en la nieve y así descansar lo que pudieron. Seguro que en semejante escenario no dieron ni una cabezada en paz, pero al menos fueron conscientes de que esa era la mejor manera de combatir el frío.
Garaioa precisa que "las congelaciones no duelen. El cuerpo se queda atontado, hay una pérdida de actividad, pero no hay un dolor físico". El organismo se debe mantener con una actividad constante y, para poder llevar eso a cabo, estos muchachos jugaron con dos factores a favor: "su experiencia, se ve que sabían los que hacían y que tenían la cabeza bien amueblada para hacerse un abrigo; y la ropa y el material que llevaban puestos, con una mochila completa, manta térmica y suficientes capas de ropa seca como para no sufrir congelaciones", zanja Garaioa
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Creo recordar que os pasó algo parecido, no? pero como teníais el GPS pudisteis salir de la niebla
ResponderEliminarhori da
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